En cualquiera competición se distingue a aquel que destaca entre todos los demás con un medalla, trofeo o insignia que reconoce el mérito de su gesta y evidencia que su desempeño ha estado por encima del resto de competidores.
En la mayoría de empresas normalmente se busca maximizar un determinado indicador de rendimiento a partir del adecuado uso combinado de los medios o personas disponibles. En ocasiones, el mando o responsable solamente vela por el cumplimiento del objetivo conjunto y la aportación de cada una de las partes al todo queda en un segundo plano, ya que al fin y al cabo lo que a él le exige la organización es precisamente eso, un determinado valor en un indicador agregado. En el caso de máquinas o sistemas la aproximación es perfectamente válida, ya que no son conscientes de lo que sucede a su alrededor, pero cuando hablamos de personas ese planteamiento puede ser peligroso ya que afecta directamente a la sensibilidad de los individuos.
Entre todos los elementos que pueden generar la desmotivación de un trabajador, destaca sobremanera el agravio comparativo. Si queremos generar diferencias y desmotivación entre dos trabajadores solamente hay que tratarles igual cuando el desempeño sea significativamente diferente. Es posible que en ocasiones no sea tan sencillo poder valorar económicamente esa diferencia, pero el responsable en ningún caso debe dejarlo pasar y debe buscar formas de poder reconocer esa aportación diferencial.
En la mayoría de organizaciones se suele ir un paso más allá, y a los buenos trabajadores se les suele recompensar con más trabajo y a los malos trabajadores se les busca tareas donde no afecten a los objetivos del área ( qué estén tranquilos porque su trabajo ya será hecho por los buenos trabajadores) siendo todos valorados y reconocidos de la misma manera.
Sin duda es necesario de buscar sistemas de reconocimiento más equitativos. Es evidente que en las organizaciones no todos aportan lo mismo, pero también lo es que las personas antes o después se cansarán de dar ese extra si no son valoradas por llevar esa mochila adicional y hacer lo que otros compañeros no hacen. Por lo tanto, ante la falta de equilibrio al menos ofrecer reconocimiento, y si este puede ser de forma económica, pues todavía mejor.