En nuestro trabajo habitualmente nos tenemos que enfrentar a la gestión de situaciones caóticas, que normalmente suelen darse cuando los requerimientos exceden las capacidades o los recursos disponibles. Esta situación se suele dar de manera habitual en la gestión de las tareas del día a día o en la gestión de proyectos en los que los hitos de entrega y los medios no están proporcionados.
Estas situaciones suelen parecer insalvables y tienden a disparar los niveles de cortisol, pero es una situación inmejorable para sacar a relucir las capacidades de buen gestor para hace uso del bien más preciado y escaso de todos lo que están a su disposición: el tiempo. Aparte del pensamiento sistemático según la matriz de Eishenhower popularizada en el libro “Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva” de Stephen R. Covey, es fundamental saber utilizar cuando es necesario una palabra que cuesta mucho, tal vez demasiado pronunciar: NO.
El caos que se genera en situaciones incontroladas en las que no hay gestión ni concierto me recuerdo a la famosa escena del camarote de los Hermanos Marx, dónde en un momento dado son víctimas de una situación de descontrol que ellos mismos fomentan con sus acciones. Es por ello que debemos de poner énfasis en ser eficientes en la gestión de nuestro tiempo para poder centrarnos en lo fundamental y no giremos continuamente alrededor de lo accesorio.
“Estuve tan ocupado escribiendo la crítica que jamás tuve tiempo de leerme el libro”
Groucho Marx